Así como elegir el rastrillo ideal según el número de navajas y tamaños, también es de suma importancia conocer y realizar una limpieza correcta a tus rastrillos.
Hoy en día tenemos la ventaja de que han sido creados tecnológicamente para su fácil limpieza y al seguir estos pasos, los rastrillos darán las mejores afeitadas y tendrán una vida más larga.
Se recomienda tener agua cerca, puede ser bajo el chorro del grifo o bien, llenar algún tazón o lavabo con agua para sumergirlos y enjuagarlos.
Antes del afeitado, lo mejor es asegurarse que no tenga residuos de algún uso anterior pasándolo por agua.
Durante el afeitado, en cada pasada que se dé, enjuágalo con abundante agua sin golpear la cabeza contra alguna superficie ya que puede dañar tu rastrillo.
Después de enjuagarlo, sacúdelo ligeramente para quitar el exceso de agua y déjalo secar al aire libre en un lugar que no esté húmedo, una vez que esté completamente seco, guarda tu rastrillo en un lugar donde el ambiente esté libre de humedad y la luz del sol no dé de forma directa, de esta manera evitarás daños y deterioro.
Es importante mencionar que no se debe secar con toalla, pues de esta forma puedes alterar el filo de las navajas o la precisión del espacio entre las hojas, ya que como es un producto hecho para un afeitado preciso y de alta tecnología se aconseja tener mucho cuidado.
Como se puede ver, no se necesita más que agua y paciencia para mantener los rastrillos limpios y por más tiempo.